
El accidente que cambió la vida de Liam Neeson y lo marcó para siempre
La trágica muerte de Natasha Richardson en un accidente de esquí en 2009 alteró el rumbo de su carrera y su vida personal por completo.

Liam Neeson y Natasha Richardson
La historia familiar de Liam Neeson sufrió un giro dramático en marzo de 2009, cuando su esposa, la actriz Natasha Richardson, falleció a los 45 años tras un accidente esquiando en Mont Tremblant, cerca de Quebec, Canadá.
Durante una clase para principiantes, Natasha se cayó y se golpeó la cabeza. Al principio, rechazó atención médica y restó importancia al incidente, incluso bromeó sobre ello por teléfono con Liam:
“Cariño, me he caído en la nieve”, fueron las últimas palabras que le dijo. Él se encontraba a unos 600 km filmando en Toronto.
Horast después, su salud se deterioró y fue trasladada primero a un hospital en Montreal y luego en un jet privado al Lenox Hill Hospital en Nueva York, donde finalmente falleció por un hematoma epidural traumático el 18 de marzo. Siguiendo un pacto que habían hecho años antes en caso de estar en estado vegetativo, Liam decidió desconectarla del soporte vital.
La tragedia dejó a Neeson como padre soltero de sus dos hijos, Micheál y Daniel. Familiares cercanos, como su suegra Vanessa Redgrave y su cuñada Joely Richardson, fueron clave para sobrellevar el duelo. Años después, ha compartido que trabajó sin descanso para mantenerse ocupándose por sus niños y no ahogarse en la tristeza.
Hoy, 16 años después, Liam continúa visitando la tumba de Natasha y reflexionando sobre su pérdida, afirmando que el pacto que hicieron —y la decisión de desconectarla— fue un acto de amor consciente, pero profundamente doloroso. El impacto de aquel día de 16 marzo de 2009 cambió para siempre su vida personal y profesional.

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