Jennifer Lopez y Ben Affleck no están en buenos términos y no se están comunicando, lo que está dificultando llegar a un acuerdo de divorcio. Según fuentes cercanas, no están hablando entre sí, ni en persona ni por teléfono, y esto está retrasando el proceso de divorcio.

La relación entre ellos es gélida y es el principal obstáculo para que el divorcio sea rápido. Tienen un acuerdo prematrimonial y solo tienen que dividir su mansión en Beverly Hills, que está en el mercado por 68 millones de dólares. Ben acaba de comprar una mansión en Brentwood por 20,5 millones de dólares, mientras que Jennifer sigue buscando una casa propia.

No han contratado abogados y están dejando que sus gerentes de negocios manejen los aspectos financieros del divorcio, pero la falta de comunicación entre ellos está retrasando el proceso. No se presentarán documentos legales hasta que lleguen a un acuerdo, y luego el juez firmará el divorcio.

Hasta que Ben y Jennifer comiencen a hablar de nuevo, el proceso de divorcio seguirá avanzando a un ritmo lento. La situación es tensa y no hay amor perdido entre los dos.