Desde que Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, anunció su matrimonio con el miembro de la familia real británica, su relación con el Palacio ha sido objeto de escrutinio constante. 

Tras su salida de la corona británica y su mudanza a Los Ángeles junto a su esposo e hijos, el presunto distanciamiento con el Rey Carlos III, el Príncipe William y Kate Middleton ha generado numerosos titulares. 

Sin embargo, aunque Meghan y Harry hayan dejado atrás la familia real, su vínculo con ella siempre estará presente, incluso en sus elecciones de vestuario, las cuales son interpretadas como un "desafío" a la corona real.

Durante una visita a Nigeria como parte de su compromiso activista, Meghan Markle, la Duquesa de Sussex, captó la atención no solo por su cabello dramáticamente largo, sino también por el vestido que eligió para la ocasión. 

Se trata de un vestido largo de seda en tono rubor diseñado por Heidi Merrick, titulado 'Vestido Windsor', con un valor de 23 mil pesos mexicanos.

Este nombre no fue una mera coincidencia, ya que hace referencia directa a la familia real británica, cuyo apellido es Windsor, lo que muchos consideraron una indirecta a la familia real.

La elección de Meghan de lucir este vestido no pasó desapercibida para los observadores, quienes especularon sobre las posibles razones detrás de esta decisión. 

Algunos sugirieron que podría ser un guiño a las comparaciones entre Meghan y Wallis Simpson, la difunta duquesa de Windsor, mientras que otros sugirieron que podría ser un gesto hacia el apellido de su esposo, Harry.