En el partido del pasado lunes 27 de octubre, Travis Kelce anotó el touchdown n.º 100 de su carrera profesional, consolidándose como una figura de élite en la NFL.

Lo que llamó tanto la atención como el logro deportivo fue su celebración: Kelce ejecutó una parte de la coreografía del videoclip de la canción The Fate of Ophelia de Taylor Swift, gesto que muchos interpretaron como un homenaje público a su prometida.

Durante la jugada, tras recibir un pase de su compañero Patrick Mahomes, Kelce levantó los brazos, realizó movimientos tipo “shimmy”, y miró hacia la tribuna VIP donde Swift lo observaba. En ese momento, una fan escribió en X: “Kelce hizo la dance de ‘The Fate of Ophelia’ para su TD… eso es adorable.”

Kelce comentó tras el juego: “I just cherish these moments… This place is special and I love it here. In terms of the historical stuff, I’m still looking at the next game and the next catch and trying to get better every single day.”

¿Por qué importa este momento?

Al alcanzar la cifra de 100 touchdowns, Kelce no solo marca un hito personal, sino que lo hace con un acto simbólico que une el deporte y la cultura pop.

La referencia a Taylor Swift —a través de su videoclip, su gesto en la tribuna y los fans que reconocieron el guiño— convierte la celebración en algo más que una simple danza: es una declaración de complicidad pública entre ambos.

Para los seguidores de la radio y de la cultura americana, este tipo de momentos cruzan la barrera del deporte para devenir fenómeno mediático que también interesa al público que sigue entretenimiento, celebridades y tendencias.