El estomago y el odio, uno mismo
Portada de Do Re Mi-L
Dependiendo del ritmo, la tonalidad y la intensidad, una canción puede estimular la liberación de dopamina (placer), serotonina (bienestar) u oxitocina (conexión emocional). Por eso una canción puede hacernos sentir eufóricos, nostálgicos, motivados o tranquilos casi de inmediato.
No es solo una sensación subjetiva: hay cambios químicos reales en el cerebro cuando escuchamos música que nos gusta.
👉 Dato curioso:
Escuchar tu canción favorita puede activar el mismo circuito de recompensa que se activa al comer algo delicioso o al recibir un cumplido.
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