Román Carrasco Delgado, de 84 años, ha presentado una demanda contra Bad Bunny y varias de sus compañías vinculadas —Rimas Entertainment, Move Concerts y A1 Productions— por el uso no autorizado de su casa en Humacao, que sirvió como inspiración para “La Casita”, elemento central del cortometraje Debí Tirar Más Fotos y de la residencia No Me Quiero Ir de Aquí que el cantante ofreció en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. 

Según la demanda, Carrasco fue contactado en noviembre de 2024 por representantes de producción para autorizar el uso de su vivienda para grabar el cortometraje. Alega que firmó un contrato sin ver los términos, ya que es analfabeto funcional y que sólo firmó en una pantalla de celular, sin que se le explicara plenamente el alcance del uso que harían de la casa. 

Lo que se disputa es que ese contrato supuestamente sólo autorizaba la filmación del video, pero no permitía la construcción de una réplica de la casa ni su uso comercial posterior, como escenografía en los conciertos ni en productos promocionales o publicaciones. 

Carrasco reclama US$6 millones en total: aproximadamente US$5 millones por enriquecimiento injusto (beneficios que él dice que Bad Bunny y las productoras obtuvieron usando la imagen de su casa), y USIntroduzca texto aquí millón adicionales por daños emocionales, angustias mentales y pérdida de privacidad. Explica que su vivienda se ha convertido en un punto de atracción para admiradores, quienes se detienen diariamente para tomar fotos o videos, lo que ha alterado su tranquilidad. 

Otro punto importante que Carrasco señala en su querella es que hasta julio de 2025 no había recibido copia del contrato o entendimiento claro de los usos que le darían a su casa más allá del rodaje del cortometraje. Lo que presuntamente se ha hecho —dice él— está fuera de lo que él autorizó. 

Hasta el momento, ni Bad Bunny ni sus representantes han emitido una declaración pública oficial al respecto. La demanda fue presentada en el Tribunal de San Juan.