Después de más de dos décadas en la escena musical, Jesse y Joy Huerta se encuentran en una de las etapas más sinceras y vulnerables de su carrera. A través del documental Jesse y Joy: Lo que nunca dijimos, disponible a partir del 25 de septiembre de 2025 por HBO Max, los hermanos abren su intimidad para compartir heridas, silencios familiares y crisis personales que hasta ahora habían guardado para sí. 

Uno de los capítulos más importantes del documental aborda su relación con su padre, Eduardo Huerta, pastor de profesión. Aunque fue su principal impulsor artístico desde la niñez de ambos, también impuso una educación estricta basada en la religión que, con los años, generó distancia, tensiones emocionales y dudas. Joy confiesa que hubo líneas invisibles que no se atrevían a cruzar, emociones que no se escuchaban, palabras que no se decían. 

El dolor, sin embargo, no ha sido el único motor. Su nuevo álbum Lo que nos faltó decir (lanzado el 22 de mayo de 2025) recoge precisamente eso: los sentimientos postergados, los afectos no expresados, las reconciliaciones. Joy lo describe como “un disco muy genuino, sin pretensiones” que rescata su esencia —el amor, la nostalgia, la esperanza— sin perder su personalidad musical. 

Jesse también señala que la música ha sido, para ellos, una vía de escape, pero también de supervivencia. “Éramos apenas unos niños con un montón de responsabilidades… todas estas situaciones se convirtieron en una ruleta de emociones”, dice, reconociendo que algunas heridas han sido profundas. Pero que justo enfrentarlas ha sido parte del crecimiento. 

El álbum incluye colaboraciones con artistas como Carlos Vives, Banda MS, Eden Muñoz, Poo Bear, Elsa y Elmar, lo que refleja no solo su apertura musical, sino también la voluntad de dialogar con otros sonidos y experiencias. 

En paralelo, Jesse & Joy siguen con su gira El Despecho Tour, llevando estos temas de vulnerabilidad, sanación y emoción al vivo. Han llenado recintos como el Auditorio Nacional, donde celebraron el éxito con sorpresas para sus fans, momentos emotivos, y la certeza de que su música sigue siendo puente entre corazones, no solo melodías.