La amistad entre Juan Gabriel y Rocío Dúrcal es una de las más célebres de la música en español: una conexión artística y humana que dio vida a grandes éxitos, entre ellos Amor Eterno. Según diversos testimonios, el compositor describió a la intérprete como “una amiga como ella es para siempre” y añadió que la consideraba “lo más cerca a ‘Amor Eterno’”.

La historia comenzó cuando Rocío Dúrcal llegó a México en los años 70 y encontró en Juan Gabriel un aliado creativo. En 1977 protagonizó el álbum Canta a Juan Gabriel, que marcó el inicio de una colaboración profunda.

Juan Gabriel compondría Amor Eterno en memoria de su madre, según versiones ampliamente aceptadas:

“Cómo quisiera que tú vivieras / Que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca”

La canción, lanzada en 1984 e incluida en el álbum Canta a Juan Gabriel Volumen 6, alcanzó una dimensión simbólica gracias a la potente interpretación de Rocío.

La complicidad entre ambos se reflejó en múltiples álbums conjuntos —al menos siete según algunos medios—, en las que Rocío interpretó con voz ferviente las composiciones de Juan Gabriel y él encontró en ella una aliada que comprendía su universo creativo.

“Rocío fue como un alma gemela” —frase atribuida a Juan Gabriel sobre su amistad con ella.

Sin embargo, no todo fue siempre armonía: los rumores sobre un distanciamiento surgieron ya en la década de los 90, por motivos que no fueron aclarados oficialmente, pero que no empañan el legado artístico compartido.