Música para cada emoción
¿Por qué hay géneros que parecen diseñados para nuestro estado de ánimo?
Do, Re, Mi-L datos portada
La música tiene un poder casi mágico: puede darnos energía, calmarnos, inspirarnos o incluso hacernos llorar. Pero no es casualidad que el rock nos encienda, la clásica nos relaje o el reguetón nos ponga a bailar. Todo tiene que ver con cómo responde el cerebro a ciertos elementos.
Las canciones rápidas y con ritmos marcados liberan dopamina y nos llenan de energía. Por eso funcionan para hacer ejercicio o animar una fiesta. En cambio, las melodías lentas y con armonías suaves ayudan a reducir el estrés y la frecuencia cardíaca.
De hecho, cada cultura ha usado la música como “herramienta emocional”: los mantras en India, los cantos chamánicos en América o los coros en iglesias.
👉 Dato curioso:
En algunos hospitales se utiliza música barroca para ayudar a los pacientes a relajarse antes de una cirugía.
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